Hoy se cumple el decimotercer aniversario del Día Internacional de la Felicidad, proclamado por La Organización de las Naciones Unidas (ONU), un 20 de marzo del año 2011, reconociéndola como un objetivo humano fundamental.
Siendo sin duda una fecha que nos invita a pensar sobre la importancia de la alegría y el bienestar en nuestras vidas, especialmente en un contexto global marcado por la incertidumbre y los desafíos.
Hay ocasiones en donde surgen situaciones difíciles, llevándonos al límite, permitiendo que nos cuestionemos si realmente podremos seguir adelante y superar los obstáculos.
Ante esto es necesario comprender que la vida se guía por ciclos, vida y muerte, perder y ganar, derrota y triunfo, pobreza y riqueza, salud y enfermedad, arriba y abajo, izquierda y derecha, pero siempre cambiante como una rueda, que da vueltas. Es necesario estar preparados para cambiar.
Comúnmente el cambio nos genera emociones de incertidumbre, crisis, estrés e incluso conflicto, porque se percibe como fuente de problemas, ya que no se tiene la seguridad de obtener éxito en las nuevas pruebas que se presentan.
Esto no siempre es así, el cambio trae consigo mejoras y la oportunidad de descubrirnos con habilidades y fortalezas que no conocíamos de nosotros mismos, permanecer centrado es tan importante para los buenos como para los malos momentos; el cambio trae nuevas experiencias y la mejor manera de vivirlo es observándolo, entendiéndolo y aceptándolo, para así poder adaptarnos al mismo.
Según la Real Academia Española la palabra RESILIENCIA significa:
“Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”.
La persona resiliente ha aprendido a lidiar con la incertidumbre desde la aceptación y sabe que no tiene el control de todas las situaciones, las afronta tomando una actitud positiva, logrando salir fortalecido de las adversidades a las que se enfrenta.
La resiliencia es una habilidad que poseemos todos los seres vivos, y como toda habilidad se puede desarrollar, trabajando en ella, si de manera consciente elegimos ser más resilientes, mayores probabilidades tendremos de mejorar nuestras vidas.
¿Cómo podemos ser más resilientes?
- Aceptar que el cambio es inevitable, es parte de la vida.
- Se debe tener menos información del problema y más sobre las soluciones
- Un pequeño cambio puede ser el inicio de la solución.
- Establecer contactos sociales y redes de apoyo personales
- Ver las crisis como oportunidades que nos fortalecerán
- Actuar para conseguir metas realistas: Marcándonos pequeñas metas para conseguir metas progresivamente más complejas.
- Ante las dificultades siempre actuar con calma
- Ponernos a prueba ante los problemas
- Ser positivo consigo mismo
- Relativizar con perspectiva las situaciones difíciles: Mirar con perspectiva permite relativizar los problemas más graves con lo que hace posible su mejor abordaje.
- Mantener siempre la esperanza: Fijarse visualizando lo que se desea conseguir en lugar de ver lo que se teme.
- Cuidarse: disfrutar haciendo actividades placenteras que le aumenten sus ganas de vivir.
En este día no solo quise hablarte sobre estadísticas y el índice de países más felices, elegí apostar por regalarte este concepto que estoy segura muchos ya conocen, pero si lo ponemos en práctica podremos llevar una vida más feliz.
Me despido con una frase muy popular y muy certera, que tengan un DÍA LLENO DE FELICIDAD.
“Dulce es el fruto de la adversidad que, como el sapo feo y venenoso, lleva en la cabeza una preciosa joya”.
– William Shakespeare.
0 Comments